Este fin de semana se celebró en Sevilla otra edición del Campeonato de España de Maratón, coincidiendo con el XXVII Maratón Ciudad de Sevilla. Esta distancia me trae recuerdos de mi niñez, cuando cada año a finales de febrero, bajábamos mi madre, hermano y yo a animar a mi padre por el punto kilométrico que pasaba debajo de casa. Esas personas, que en esos tiempos eran muy pocas, me parecían super-héroes, y mi padre uno de ellos. Sobre todo el año en el que consiguió bajar de las 3 horas.
Por este motivo, siempre he tenido en mente que en el futuro, cuando mis objetivos de pista los considere concluidos, asaltaré la distancia de Filípides, y si es posible por las calles de mi ciudad. Será algo especial tener a mi familia en la acera animándome.
Por otro lado, en el CAR de remo de Cartuja, siempre me resultó curioso que hasta en dos ocasiones, el médico especialista en fisiología Pepe Naranjo (del que además fui alumno en alguna ocasión), me comentara que por mis test y tipología, yo era un corredor de "muuy larga distancia" (según sus palabras).
Este año tuve la oportunidad de seguir durante la prueba a mis amigos Pablo Villalobos y Tamara Sanfabio, y fue algo realmente bonito para mi.
Pablo es un atleta de referencia para mi, como persona y como atleta. Sobre todo en estos tiempos revueltos por los temas de dopaje, el ver todo lo que está consiguiendo él, persona en la cual tengo total confianza, me hace ser muy positivo.
Les deseo a ambos desde aquí los mayores éxitos para sus futuros objetivos.
